No había oído hablar de Keigo Higashino ni de esta novela en concreto, así que de no ser porque me la ha prestado una buena amiga no la hubiera leído nunca.
Es una novela interesante por varios motivos.
En primer lugar, porque es japonesa, lo que le da un aire diferente a las que estamos acostumbrados a leer, ya sean europeas o americanas. Creo que ya he dicho en alguna ocasión que las novelas negras me parecen una buena herramienta para conocer la mentalidad de un país, y la japonesa es muy diferente a la nuestra.
También es interesante porque desde el principio conocemos quien es el asesino y por tanto no se trata de descubrir lo que ha pasado, sino de ver cómo ha preparado la coartada y cómo la policía intenta descubrir la verdad. Y a pesar de tener todos esos datos, el final consigue sorprendernos, aunque obviamente no voy a dar más pistas...
Y como curiosidad adicional, los protagonistas son un físico y un matemático, que establecen entre ellos una peculiar rivalidad intelectual.
Totalmente recomendable para los amantes de la intriga.
Sinopsis