Esta semana, camino de Islandia, el libro elegido es de uno de los autores islandeses de moda, Arnaldur Indridason.
Se trata de una novela policiaca con argumento sencillo y muy clásico: la investigación de un asesinato ocurrido hace cincuenta años a raíz de la aparición de un esqueleto en una obra. Pero también nos encontramos con un trasfondo de malos tratos contados con suma crudeza, que en ocasiones nos ponen los pelos de punta, y con una visión de lo acontecido durante la segunda guerra mundial en aquel país.
El conjunto resulta interesante, pues la resolución del caso no es totalmente obvia y además el policía protagonista, Erlendur Sveinsson, tampoco es el estereotipo habitual, ya que tiene graves problemas personales y familiares y un punto de tristeza y melancolía que le hace muy humano y real.
Una novela más de un autor nórdico bastante recomendable.
Sinopsis