En casi todas las listas típicas de esta época figura esta novela de Richard Powers como uno de los libros imprescindibles o mejores del año, así que no me quedaba más remedio que leerlo, para por lo menos poder opinar al respecto. Y como en alguna que otra ocasión, sucede que las expectativas superaban a la realidad.
No puedo decir que no sea una buena novela, pues no tengo duda de que lo es. Pero me ha faltado algo para considerarlo un libro de esos que te marcan.
Trata algunos de los temas que hemos comentado en el club de lectura sobre las plantas y los árboles, y tiene mucho mérito cómo los introduce en la novela sin que parezca que se trata de un libro científico. También tiene unos personajes muy potentes y variados, a los que conocemos desde su infancia (e incluso antes) y que no te dejan indiferentes. Y en este año en el que hemos oído hablar tanto acerca del cambio climático, su argumento no puede dejar indiferente a nadie.
Pero a pesar de todas esas cosas positivas, me parece que al final como novela se queda algo coja, no termino de ver el final. No obstante, he disfrutado con la lectura.
Sinopsis