Con esta novela finaliza la serie (trilogía más bien) de Ian Manook que tiene como protagonistas a Mongolia y al comisario Yeruldelgger. Y menciono a ambos porque no sabría decir quién de los dos es más protagonistas, en esta novela en concreto creo que lo es más el país que el personaje.
No desvelo nada que no pueda leerse en la contraportada al decir que finaliza la serie, sin entrar a comentar el cómo, que nadie piense que estoy haciendo spoiler.
No desvelo nada que no pueda leerse en la contraportada al decir que finaliza la serie, sin entrar a comentar el cómo, que nadie piense que estoy haciendo spoiler.
En cuanto a la novela, desde mi punto de vista, ésta es la más complicada de las tres. La primera me gustó mucho, la segunda algo menos, y ésta no en qué orden colocarla. Tiene muchos escenarios diferentes, al principio es un batiburrillo de personajes que no sabes muy bien cómo relacionar, aunque como es lógico al final todo encaja, y sus situaciones son bastante trágicas.
Deja un gusto amargo, que supongo que es lo que pretende el autor, pues nos habla de muchos temas, bastante desconocidos en mi caso, que nos ponen los pelos de punta.
Una novela negra, negrísima, para cerrar esta serie y esta aventura por Mongolia, que no dejará a nadie indiferente.
Deja un gusto amargo, que supongo que es lo que pretende el autor, pues nos habla de muchos temas, bastante desconocidos en mi caso, que nos ponen los pelos de punta.
Una novela negra, negrísima, para cerrar esta serie y esta aventura por Mongolia, que no dejará a nadie indiferente.
Sinopsis
Los años de lucha contra el crimen y el dolor por la muerte de su hija Koshi han hecho mella en Yeruldelgger. Encerrado en un misticismo a ultranza, hace cuatro meses que el incorruptible comisario ha abandonado la policía de Ulan Bator y ha plantado su yurta en el desierto de Gobi, donde, gracias al silencio y la belleza del lugar, espera reencontrarse con las tradiciones ancestrales y recuperar la paz espiritual. Pero su retiro durará muy poco: contra su voluntad, dos jinetes extraños lo empujarán a la acción, y Yeruldelgger se verá envuelto así en un fuego cruzado entre mercenarios pagados por voraces compañías mineras, políticos inmorales, policías corruptos y jóvenes seguidores del juramento de Gengis Kan. Una maraña sangrienta en una Mongolia destripada por las excavadoras de las multinacionales, expoliada por las ansias de los especuladores y arruinada por la venalidad de sus dirigentes, y de la que Yeruldelgger, siempre fiel a sus ideales, no saldrá indemne.
Desde las áridas estepas mongolas hasta el corazón de Manhattan, y desde Canadá hasta Australia, Ian Manook insufla en el género policíaco un aire más negro y salvaje que nunca. Tras el éxito de las dos primeras entregas, con más de medio millón de lectores adictos a las hazañas del famoso comisario de Mongolia, Yeruldelgger. La muerte nómada pone un final dramático a una de las series más originales de los últimos tiempos y supone el adiós de uno de los personajes más inolvidables de la novela negra.
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