domingo, 5 de diciembre de 2010

Hablaré cuando esté muerto (Anna Jansson)

Esta novela de Anna Jansson me ha recordado en cierto modo a las de Ruth Rendell, ya que, si bien hay una serie de asesinatos que resolver, es más importante la motivación de los distintos personajes que la propia resolución del misterio (de hecho en algunos casos conocemos lo que ha pasado, pero no por qué ha pasado).
Toda la novela transcurre en un pueblo pequeño, donde todos se conocen pero al mismo tiempo todos tienen algo que ocultar, y nada es lo que parece. Los personajes son muy reales y el argumento está muy bien elaborado, de forma que la tensión y la angustia se mantienen hasta el final.
Me ha sorprendido gratamente.

Sinopsis

¿Conocemos realmente a las personas con quienes compartimos nuestra vida? La experiencia y los años han enseñado a Frida Norrby que todo el mundo tiene un lado oscuro, pero lo que esta enérgica anciana se resiste a creer es que su amado esposo Helge, recientemente fallecido, guardara un secreto tan terrible en el jardín de su propia casa: el cadáver de un niño.
Decidida a descubrir lo que se esconde tras eses macabro hallazgo, Frida emprende una búsqueda tenaz sin detenerse a pensar que tal vez esos restos escondan una tupida red de ambiciones y mentiras, y que desenterrar la verdad puede resultar muy peligroso. Porque entre sus aparentemente inofensivos vecinos del barrio de Roma, en la isla de Gotland, los pecados se cometen a puerta cerrada. Donde nadie los vea.
A su vez, la inspectora María Wern empieza a investigar un extraño caso que ha conmocionado la isla: el asesinato de una enfermera vecina de Frida Norrby. Pero este no es el único misterio: la propia Frida parece haber desaparecido después de que su hogar ardiera en llamas. María Wern deberá desentrañar una red de complejas intrigas hasta llegar a una verdad tan espeluznante como conmovedora que saca a la luz nuestros miedos más profundos.

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