domingo, 14 de febrero de 2016

Morir no es tan fácil (Belinda Bauer)

Esta novela de Belinda Bauer es de esas que dejan huella y no se olvidan fácilmente. Podríamos calificarla como novela negra o novela de intriga, pero su originalidad radica en los protagonistas que nos cuentan la historia.
El personaje principal es un joven con síndrome de Asperger, y esto hace que su punto de vista sea diferente al que podemos tener la mayoría. Nos sirve además para conocer un poco más las peculiaridades de estas personas, y desde luego es un personaje que resulta muy creíble y que sin ninguna duda se hace querer.
Y para complementarle tenemos la narración en primera persona de otro de los protagonistas, que se encuentra en coma, lo que hace que vea cosas pero sea incapaz de comunicarse con nadie. Sólo nosotros, los lectores, tenemos esa información.
La suma de ambas narraciones que, en un principio parecen no tener nada que ver y como es obvio terminan convergiendo, hace que conozcamos toda la historia, que inicialmente parece simple y luego se va complicando. La lectura se hace interesante desde el principio, pero según vamos avanzando te engancha de tal forma que no puedes parar de leer (yo me terminé el libro prácticamente de un tirón desde poco más de la mitad).
Esta novela ha supuesto una grata sorpresa que me parece muy muy recomendable.


Sinopsis
Patrick Fort es un joven con síndrome de Asperger que, tras el trágico fallecimiento de su padre durante su infancia, siente una extraña fascinación por la muerte. Al cumplir los dieciocho años, decide comenzar los estudios de Anatomía en la Universidad de Cardiff; pero, a diferencia de sus compañeros, a Patrick no le interesan los mecanismos que mantienen con vida a las personas, sino aquellos que las llevan a morir, lo que sucede en el instante en que la vida abandona un cuerpo. Y es durante las clases prácticas de disección en las que este estudiante poco ortodoxo pero brillante descubre una posible causa del fallecimiento que no encaja con el informe de defunción: el cuerpo que yace en la mesa trata de decirle que ha sido víctima de un asesinato.
Pero ¿quién daría crédito a las teorías descabelladas de un joven extraño con un interés morboso por todo lo que rodea a la muerte, y que no demuestra ninguna empatía con sus compañeros de clase? Por supuesto, nadie le creerá, pero eso a Patrick le trae sin cuidado ya que él mejor que nadie sabe que la muerte tiene muchas maneras para explicarse... y que ella siempre tiene la última palabra.

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