El primer libro de Daniel Glattauer, Contra el viento del norte, ya comentado hace unos meses en el blog, me gustó bastante y me sorprendió gratamente. Esta segunda parte, sin embargo, me ha gustado menos, quízás porque el listón estaba demasiado alto con la anterior.
Como continuación está bien (desde luego yo no recomendaría su lectura sin haber leído antes el primero), pero creo que ya no tiene la frescura y la novedad del otro y es bastante más previsible. Además los protagonistas ya se conocen y por ello sus conversaciones me parecen más iguales a lo largo de todo el libro; no evolucionan como en el libro anterior.
Pero con todo esto no quiero decir que no esté bien, sólo que sale perdiendo en la comparación.
Lo que me sigue gustando es cómo refleja la comunicación a través de los correos electrónicos. Algo que se ha ido introduciendo poco a poco en nuestras vidas y que tiene un punto que lo hace diferente a otras formas de hablar o de relacionarse. Y que, permitiéndome citar a una buena amiga, "lo bueno que tienen es que de vez en cuando te permiten parar y decir cosas, que por las prisas, o qué sé yo porqué, no sueles decir a los demás, cosas que todos sabemos, pero que hay que verbalizar de vez en cuando".
Pues eso, que está bien comunicarse y relacionarse, aunque sea virtualmente mediante el correo electrónico o medios similares, y este libro refleja perfectamente esa posibilidad.
Pues eso, que está bien comunicarse y relacionarse, aunque sea virtualmente mediante el correo electrónico o medios similares, y este libro refleja perfectamente esa posibilidad.
Sinopsis
1) ¿Ya conoces a Emmi Rothner y a Leo Leike? Entonces es que has leído Contra el viento del norte, la inusual historia de amor en que dos personas que jamás se han visto se enamoran perdidamente pro e-mail.
2) ¿Opinas que los enamorados se merecían verse personalmente, aunque fuera sólo una vez? Comienza a leer Cada siete olas.
3) ¿Te dispones a abrir este libro sin conocer Contra el viento del norte? Aquí tienes el equipaje necesario: Leo Leike vuelve de Boston tras poco menos de un año. En casa lo esperan noticias de Emmi Rothner. Ambos se dan cuenta de que sus sentimientos no han cambiado y piensan que quizá deberían verse una vez en persona. Pero Leo ha empezado una relación y Emmi sigue casada...
Daniel Glattauer vuelve a cautivar a los lectores y a la crítica internacional con su peculiar mirada sobre las relaciones amorosas en nuestro tiempo. Emmi y Leo nos enseñan que después de que seis olas rompan en la orilla llega la séptima y ésa trae siempre muchas sorpresas.
1 comentario:
Ya sabes, segundas partes nunca fueron buenas.Te pasas casi todo el libro deseando que rompan la tensión y se lien. Sin embargo, refleja muy bien el deseo femenino de ser única para la persona amada, no la idea que tenga de tí, sino que te quieran por tu auténtico yo. No de cualquier Emily, sino la auténtica Emily. Bs.
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