domingo, 16 de noviembre de 2014

El insólito peregrinaje de Harold Fry (Rachel Joyce)

Esta original novela de Rachel Joyce me la ha prestado un amigo gallego, así que nada mejor que empezar a leerla en Galicia, y además precisamente en la zona del peregrinaje más conocido y multitudinario que existe, que no es otro que el camino de Santiago.
Se trata, como ya digo, de una historia con un argumento bastante original, la de un jubilado que decide recorrer toda Inglaterra sin ninguna preparación ni equipaje, simplemente por el impulso de ir a ver a una vieja amiga que está a punto de morir. Y, además de seguir sus peripecias por el camino, que tienen en ocasiones un punto de humor, vamos siguiendo sobre todo sus pensamientos, pues su peregrinaje le sirve para mirar dentro de sí mismo y entender finalmente momentos de su vida que tenía guardados sin comprender del todo.
Me ha parecido un libro interesante y entretenido, con una dosis de humor y otra de ternura, que se complementan en su justa medida, y con un final que de alguna forma nos sorprende. Una lectura recomendable.

Sinopsis
Novela inteligente y admirablemente construida, con un desenlace inolvidable, esta primera obra de Rachel Joyce -actriz de teatro y guionista de la BBC- supuso un gran éxito en el Reino Unido, con más de medio millón de ejemplares vendidos. La sobria autenticidad de su prosa, en una historia tan original como algo disparatada, logra calar hondo en el ánimo del lector.
Una mañana, mientras su mujer pasa el aspirador en el piso de arriba, Harold Fry, recién jubilado, sale de casa para echar al buzón una carta en respuesta a la misiva de Queenie Hennessy, una vieja amiga y compañera de trabajo que, tras un silencio de casi veinte años, acaba de comunicarle que está ingresada en un hospital del norte a punto de morir de cáncer. Sin embargo, cuando Harold se dispone a enviarla, un impulso repentino lo conmina a llevar él mismo el mensaje a su destinataria. Por primera vez en su vida, Harold toma una decisión sin pensar, pero su intuición le dice que su amiga Queenie hará algo igualmente impensable y se curará. Así comienza un largo peregrinaje que dará un vuelco total a su existencia. Mediante el sencillo acto de caminar, Harold emprende un viaje al encuentro de sí mismo, un largo recorrido, tan duro como placentero, que lo conducirá a descubrir sentimientos y deseos que yacían adormecidos en su interior y, sobre todo, a enfrentarse al terrible recuerdo que marcó su vida.

1 comentario:

JBMG dijo...

Me   ha parecido un libro duro y que te hace pensar en las relaciones humanas. 
Como toda peregrinación no sólo se hace por el camino físico, también se hace por camino interior.