Si la primera novela de Bernard Minier que tiene como protagonista a la teniente de la UCO Lucía Guerrero me gustó, esta segunda es posible que me haya gustado lo mismo o incluso más.
Seguimos viajando por España, en esta ocasión por Galicia, por Madrid y al final por la ciudad de Cuenca, en escenarios que resultan reconocibles y cercanos que, al igual que en la anterior, el autor refleja a la perfección.
Además, hay dos tramas totalmente diferentes que no tienen nada que ver, casi podríamos decir que estamos leyendo dos novelas en vez de una. Y en ambas el ritmo es tan trepidante que no puedes dejarlo.
Desde ya mismo estoy esperando la siguiente entrega de la serie.
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