Un libro de un impecable clasicismo formal, de deliciosa lectura y con el intenso aroma de una Europa irrepetible.
Esta es la obra que lanzó a la fama a Arnold Bennett y fue escrita inmediatamente antes de su célebre Ana de los cinco días. La novela nunca ha dejado de reeditarse en Inglaterra y fue la obra que más beneficio económico le reportó de toda su carrera.
La escribió obedeciendo a un desafío. Trabajaba en la prensa londinense en la que los folletines serializados estaban en plena boga y decidió pergeñar uno de su propia mano. En general, estos seriales eran productos de escasa calidad, por lo que Bennett volcó en el suyo todas sus dotes de excelente narrador y humorista. El relato tuvo un éxito considerabilísimo por su perfecta maquinaria narrativa y su calibrada dosificación de efectos dramáticos.
Esta obra, un tanto olvidada por los críticos entre la producción general de Bennett, es una pieza de entidad notable. Los ambientes, por ejemplo, por los que transitan los personajes de la emocionante intriga (desde el gigantesco hotel de lujo hasta el desolado y complejo ámbito portuario londinense; desde la bolsa y su mar de complejas transacciones hasta los palacios del juego y la diversión) están descritos con mano maestra, ofreciendo un fresco inigualable de la Inglaterra de fin de siglo, no inferior a ciertas novelas de mayor entidad dramática. Asimismo, los diálogos poseen el humor, encanto e ingenio del mejor Bennett.
No hay comentarios:
Publicar un comentario