domingo, 22 de mayo de 2016

La amiga estupenda (Elena Ferrante)

Hasta hace poco no había oído hablar de Elena Ferrante, de hecho he leído que nadie sabe quién es y que sus editores mantienen un silencio absoluto sobre su identidad, pero de repente empecé a ver sus novelas por todas partes y a escuchar recomendaciones de mucha gente, y esto ha hecho que me decidiera a empezar con su tetralogía.
Si, se trata de cuatro novelas en las que nos cuenta la relación especial entre dos amigas, la narradora y otra que acaba de desaparecer, lo que hace que ésta se decida a escribir su historia.
Esta primera novela abarca la niñez y primera juventud de las dos niñas, que viven en un barrio pobre de Nápoles, que en realidad podría ser de cualquier ciudad, y que intentan sobrevivir y crecer.
Es una novela sobre todo de emociones y sentimientos, perfectamente reflejados, pero sin que falte el marco del barrio, con las familias que en él viven, con una ambientación y unos personajes muy conseguidos.
Tiene un ritmo pausado, nada frenético, pero con un no sé qué que te hace avanzar sin que puedas parar de leer.
Me ha dejado con ganas de continuar con las siguientes entregas.




Sinopsis
Con la amiga estupenda, Elena Ferrante inaugura una tetralogía deslumbrante que tiene como telón de fondo la ciudad de Nápoles a mediados del siglo pasado y como protagonistas a Lenù y Lila, dos jóvenes mujeres que están aprendiendo a gobernar su vida en un entorno donde la astucia, antes que la inteligencia, es el ingrediente de todas las salsas.
La relación a menudo tempestuosa entre Lila y Lenù tiene a su alrededor un coro de voces que dan cuerpo a su historia y nos muestran la realidad de un barrio pobre, habitado por gente humilde que acata sin más la ley del más fuerte, pero La amiga estupenda es mucho más que un trabajo de realismo social: lo que aquí tenemos son unos personajes de carne y hueso, que intrigan al lector y nos deslumbran por la fuerza y la urgencia de sus emociones.
Por primera vez Ferrante aborda una narración muy amplia, poniendo en escena un verdadero tableau vivant donde no hay espacio para el tópico: todo es vida y todo respira al hilo de la mejor literatura.





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