domingo, 1 de junio de 2014

Nadie quiere saber (Alicia Giménez Bartlett)

He leído todas las novelas de Alicia Giménez Bartlett de la serie de la inspectora Petra Delicado y me declaro entusiasta de ellas. Ésta me ha gustado especialmente, tal vez porque ha pasado mucho tiempo desde que leí la última y ha sido un grato reencuentro con sus protagonistas.
La investigación es impecable, con la novedad de que se trata de un caso antiguo sin resolver y de que viajamos a Italia, pero todavía me parece más interesante la importancia que toma en ella la vida personal de la protagonista, a la que conocemos un poco más y entendemos en sus vacilaciones y problemas y sin olvidarnos del contrapunto que aporta el subinspector Garzón, con su forma tan opuesta de ver la vida.
No faltan tampoco críticas veladas a muchos estereotipos de la sociedad y ese punto de reflexión acerca de cuestiones como el matrimonio, la maternidad, la justicia y mil cosas más. Un cóctel que se lee con mucho gusto, aunque al final te deje un sabor un poco amargo.

Sinopsis
La inspectora Petra Delicado y el subinspector Fermín Garzón han heredado un muerto que había permanecido cinco años mudo, aparentemente resignado a su suerte. Una Petra madura y resolutiva, pero con los nervios a flor de piel, deberá investigar junto a la policía italiana para resolver un caso que pone a prueba tanto su perspicacia como su intuición.
El caso se reabre a requerimiento de la viuda del hombre asesinado en 2008, Adolfo Siguán, un empresario textil barcelonés de setenta años, liquidado en circunstancias sexuales escabrosas. Su cadáver se halló en su apartamento, adonde había acudido en compañía de una joven prostituta. Las culpas recayeron sobre el chulo de ésta; pero fue encontrado muerto a su vez en Marbella, tres días después. Las pesquisas se cerraron en falso.
Ahora Petra y Fermín se enfrentan con la dificultad añadida del tiempo transcurrido al silencio temeroso de la única testigo, la prostituta, y al rompecabezas de la vida profesional y familiar del empresario. Al trasladarse la investigación a Roma, Petra vive situaciones de riesgo y desafío que son nuevas para ella y que confirman la habilidad de Alicia Giménez Bartlett para hacer de Petra Delicado uno de los personajes más atractivos de la novela española actual.



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