Hasta ahora todas las novelas que he leído de Dolores Redondo me han gustado bastante, y esta mantiene el nivel. No me ha decepcionado en absoluto.
Con ella volvemos al valle del Batzán, a unos escenarios conocidos por la anterior trilogía, pero con una historia y unos protagonistas diferentes. Aunque bien es cierto que la inspectora Amaia Salazar hace lo que podríamos llamar un "cameo"en lenguaje cinematográfico.
Otra historia que se adentra en la mitología de este valle, que nos presenta a mujeres poderosas y que no nos deja respirar.
Intriga en estado puro.
También me parece destacable que la acción transcurre durante esos inicios de la pandemia del COVID-19 y el confinamiento que sufrimos, que la autora ha conseguido integrar en la novela casi como un protagonista más.
Sinopsis